Ideas que valen

martes, 23 de marzo de 2010
Las grandes ideas, proyectos novedosos y técnicas revolucionarias para hacer software vienen de todas partes del mundo, pero que pasa con el tercer mundo?

Muchas grandes ideas están flotando en el éter esperando a que alguien las tome y no solo las explote de manera adecuada, sino que también la registre y patente a su nombre, pero, es aquí donde aparece la gran interrogante que hace tirar por el suelo el anhelo de la idea. “es demasiado sencillo para ser una patente”.

FALSO, completa y absolutamente falso, una buena idea no tiene por qué ser complicada, sobretodo en el rubro del desarrollo de software, entonces, que es lo que pasa con los Ingenieros de sistemas y de Software que no están generando evidencia de sus ideas? Fácil es el temor al rechazo, este puede venir de un comité evaluador o de sus propio pares “para que vas a registrar esa idea si es de lo mas básica”, “ese proceso es por demás simple, no amerita una patente” y demás excusas que he escuchado muchas veces.

Que sucede, o estamos muy por encima del resto de los mortales que todo nos parece una banalidad o se nos está escapando la liebre por no tener la suficiente autoestima para decir que nuestras ideas son buenas.

He tenido el honor de trabajar con profesionales excepcionales que han tenido ideas que a nadie más se le han ocurrido, y han dejado que se les vaya la oportunidad de trascender en el tiempo registrando esa idea bajo su nombre, es más, me atrevo a formular la pregunta, ¿A quién no se le había ocurrido antes que una aplicación web sea consumida como un servicio (antes que aparezcan los web services) por ejemplo?

Muchas de estas ideas están siendo desperdiciadas por muchos grandes pensadores del mundo del software, quiero aclarar que no necesariamente los grandes pensadores son viejos barbudos y despeinados que se la pasan 25 horas al día frente a la computadora re-pensando y re-haciendo las cosas una y otra vez hasta llegar a un punto máximo de optimización, he conocido estudiantes de los primeros años que tienen ideas claras, frescas y sobretodo innovadoras de cómo hacer las cosas de forma diferente para aprovechar un aspecto más del software siendo desarrollado.

Para Argentina existe una oficina de Marcas y Patentes (su sitio web http://www.marcasypatentes.net/registrodemarcas.htm) en la que se detalla la forma en la que una idea o producto puede ser patentado.
Para Estados Unidos la oficina de Marcas y Patentes del departamento de comercio del gobierno del mismo país se encuentra en http://www.uspto.gov/
Para México el Registro de marcas, patentes, derechos de autor y dominios esta en http://www.marcas.com.mx/

Cada oficina de registro de marcas y patentes tiene sus propias restricciones para los postulantes, pero, la cosa no es tan fácil si uno trabaja en relación de dependencia en una empresa de software. A veces (y sin el conocimiento del empleado) el propietario de la empresa puede hacer uso y abuso de las ideas y sub-productos que salgan de los proyectos en los que se trabaja, es aquí donde aparece una figura legal que protege a la empresa en esta situación que es el convenio de confidencialidad y propiedad intelectual, hay que conocer bien como está planteado este convenio y su alcance; en el peor de los casos uno no puede ni decir donde trabaja ni cuánto gana, en el mejor de los casos se le permite al empleado compartir conocimientos siempre y cuando no se revele la receta secreta.

Para aquellos que tengan gente a su cargo en un proyecto de software y que de este salgan sub-productos, no les vendría mal que registren esas ideas (no sin antes verificar que otro no la haya registrado antes) posiblemente terminen ganando unos $$$ extras porque algunos de los desarrolladores creó una herramienta muy simple que le ayuda a realizar su trabajo.

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